domingo, 14 de diciembre de 2014

A veces tienes que perderte....

Hay gente que no entiende por qué me gusta este rinconcito del mundo. Hace una semana vino mi madre a visitarme, y no sé si me expliqué bien, pero me gusta creer que me entendió.
Hoy fui a un asado a la orilla de la playa, literalmente. Una playa virgen, en medio del desierto, donde si quedaba en panne, nadie se iba a dar cuenta, porque nadie transita por ese camino.

Me gusta mucho mi rinconcito copiapino. Me gusta que no estoy sumida en una rutina, como lo estaba en Santiago. Me gusta vivir en una región donde la comunicación entre personas no se ha perdido. me gusta pasar días sin ver facebook, y no extrañarlo. Me gusta que la gente aún se llame, se invite a tomar once o pase a saludar. Cada vez extraño menos Santiago y su gente. Extraño menos el cinismo que ahí habitaba, los intereses creados. Me gusta manejar relajada, sin bocinas, sin tacos. Me gusta perderme entre los cerros del desierto, sin señal en el celular, sin hora de regreso. Me gusta despertar descansada, me gusta haber sacado la tele de mi pieza. Me encanta el agro, me encanta visitar productores, escucharlos, y compartir en un mundo paralelo sin maldad y sin envidias. Me gusta que si llamo a alguien es porque de verdad lo extraño, no para ver "que se hace el fin de semana". Sí, estuve perdida. Sí, no sabía ni donde estaba parada. Pero ahora entiendo que es la mejor forma de encontrarte.

1 comentario:

NoSeMeOcurre dijo...

Te envidio sanamente