7 con 15

Me imagino que salió de su casa como todas las mañanas, con destino a su universidad, instituto o trabajo tal vez. Quizás estudió hasta tarde la noche anterior, por lo que salió apurado esta mañana. Pasó por el frente mío, con mirada soberbia, como si se burlara de lo que él podía hacer y yo no. No miró hacia atrás, no miró hacia abajo, no miró hacia los lados. Solo le preocupaba seguir...
Hubo gritos, hubo confusión. Unas cuantas llamadas, bocinas y sirenas. Luego, un silencio fúnebre invadió el ambiente... Esta mañana él no llegó a su destino. Y nunca más llegará.